YO, YO MISMO Y FRONK

jueves, 16 de mayo de 2019

..........cuando te acerques a mi, no vengas solo para mirarme,

o para tocarme,

o para tentarme,

si vienes ami es por algo,

.......SI VIENES A MI, ARAÑAME EL ALMA......

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Historia de los Gegants del Pi

Mustafá y Elisenda, como se conocen los Gigantes del Pi, no dejan de salir. Teniendo en cuenta su importancia y reconocimiento histórico son llamados muchas veces para hacer de padrinos de otros Gigantes que se bautizan, o en Cumpleaños de Gigantes tan importantes como los nuestros.
Fruto de este reconocimiento, fue su participación en la ceremonia de inauguración de los Juegos Paralímpicos de Barcelona, junto con los Gigantes de la Ciudad, como los protagonistas del Baile de Gigantes. De la misma forma y, desde el 1993, forman parte, juntamente con el Bestiario de Barcelona Vieja y otra vez los Gigantes de la Ciudad, del Seguicio Popular de Barcelona.
No fue hasta el año 1960, después de encontrado y restaurados gracias a una recolecta popular que los Gigante del Pi volvieron a salir a la calle.

Historia de los Gegantons del Pi

De Oriol y de Laia o los gigantones del Pi desconocemos su fecha de construcción. Lo que sí sabemos es la fecha de su reconstrucción que fue del año 1772. Hasta el Diari de Barcelona, dada la importancia que la vestimenta de los gigantones del Pi tenia en la época, en el 1858 habla de los nuevos vestidos que lucen, él de oficial húngaro y ella al estilo de la Traviata. A partir de 1870, la suerte de los Gigantones del Pi es la misma que la de los grandes, de forma que, cuando en el 1953 se decide recuperar los gigantes, lo mismo sucedió con los gigantones.

Los gigantones fueron reconstruidos por Manel Casserres i Boix, como Gigantes clásicos con caballito, y se decide vestirlos con todo tipo de detalles, a la manera romántica de mitades del siglo XIX.Él, de rostro muy hermoso y con cabellos naturales, viste elegantemente de húngaro. Ella, con una cara muy dulce, los cabellos naturales, en el cuello luce un sencillo camafeo, en la mano derecha lleva un pañuelo y un abanico, y en la izquierda, un delicado ramillete de violetas.

El año 1985, en el vigésimo quinto aniversario de la restauración, fueron bautizados con los nombres de Oriol, en recuerdo de San Josep Oriol,en las fiestas de beatificación, y de Laia, en recuerdo de Santa Eulàlia, antigua patrona de la ciudad de Barcelona. Fueron los padrinos los Gigantes de la Plaça Nova, vecinos de barrio y compañeros de actividades. Tanto los gigantones como los gigantes grandes tienen su baile, con la clásica melodía de El Gigante del Pi.

La peculiaridad se encuentra en las coreografías, que son: cuando baila una sola pareja, baile de dos, o cuando lo hacen las dos, baile de cuatro o baile de familia.

Los Gigantones del Pi, como los Gigantes grandes, han participado en muchísimas fiestas y encuentros del país, pero hay que destacar los desplazamientos a Francia, Italia, Holanda, Japón y otros lugares.

El León de Barcelona

Si siempre se comenta que la creación de las figuras del bestiario tiene su origen en la necesidad de representar las diferentes escenas bíblicas en las procesiones de los Corpus, no nos podemos olvidar de la figura del León, uno de los elementos más representados.
Pero si nos paramos en las primeras referencias que tenemos (siglos XV y XVI) vemos que el León no era tal como lo conocemos ahora, sino unos hombres, con pieles y cabelleras de león. No es hasta años después, en el 1601 más exactamente, dentro de las ya nombradas varias veces fiestas para la canonización de San Raimon de Penyafort, que conocemos la existencia de una carcasa que es llevada por unos portadores.

A partir de estas fechas, no es más fácil encontrar referencias y es a partir de este siglo que comienza a tener el gran protagonismo que le da el pueblo.
Su existencia es muy parecida a todas las figuras del Bestiario de Barcelona. La responsabilidad de mantenerlo fue depositada en un gremio, el de los blanquers, que también tenían una capilla en la Parroquia del Pi.

BONDAGE O SHIBARI

Bondage (del inglés to bind, maniatar); denominación aplicada a los encordamientos eróticos ejecutados sobre una persona vestida o desnuda.

El arte precursor del bondage ha alcanzado su mayor desarrollo en Japón, donde se le conoce con el nombre de shibari y cuenta con una larga tradición y una más que respetable ascendencia social.

Los atamientos pueden hacerse sobre una parte o sobre la totalidad del cuerpo, utilizando generalmente cuerdas especiales que pueden encontrarse en cualquier sex-shop, pero también, con cierta frecuencia, cadenas (aunque esto estaría más próximo del BDSM), y, más en general, cualquier otra cosa que pueda servir para inmovilizar a una persona. Con cierta frecuencia, a la persona se le aplica una Mordaza

El bondage puede usarse como práctica estético-erótica, como parte de una relación BDSM, como una variante erótica más o como elemento en ceremonias de dominación o de sadomasoquismo.

Aunque existen desacuerdos (especialmente cuando sólo se usan cuerdas) se suele considerar como formando parte de la llamada cultura BDSM.